Básicamente esto es lo mismo que dejar de fumar, es un fantasmita que secunda mi intelecto día y noche. Siempre hay algo más que me atemoriza. Si me hago el estudio del corazón me quedo tranquila por un tiempo, pero luego son las tetas (que interesante hablar de tetas en este momento del país), sino son los ovarios, luego de realizados esos estudios, aparece alguna molestia, que luego se transforma, o la transformo, en molestia crónica, para luego transformarse en algún supuesto tipo de tumor maligno que me designa solo seis meses de vida. Todo eso es el trasfondo de mi cerebro, JAMÁS verbalizado , solo es algo que me persigue. En lo que va del año y muy a pesar de la Pandemia, no me quedó más remedio que recurrir al médico, empecé por un estudio, terminé realizando varios. Todos motivos de fuerza mayor. EL OÍDO . Tengo un puto zumbido, una “i” sostenida en un agudo Soprano, a decibeles tolerables. Pero está y cuando me di cuenta de ello, entré en pánico. Al principio creí que estab
Todo lo que leerá a continuación ha fracasado.