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Mostrando entradas de abril, 2020

CASTILLO DE DRÁCULA

¿ES JODA NO? La copa del árbol me dice que soy un mono, un mono titi enjaulado que lo miró y no me atrevo a treparlo. Yo le contesto que no por lo general no me atrevo a nada, nunca lo hice. Luego el dialogo sigue pero entonces me irrita. El coraje solo se proyecta en mis pensamientos, y mis acciones no fueron invitadas a tomar el café, por lo tanto no han probado de esas masitas. Volver a la casa de tus padres después de los treinta y cinco años es una aventura que se puede tomar de dos maneras:              A)     Con un humor despreciable.              B)     Haciendo de cuenta que vivís en un Hostel Supongamos que elegí la opción B. Entonces cuando salgo de la habitación, en mi caso es una muy cómoda y luminosa con vista al árbol que les mostré, y llego a la cocina, debo hacer de cuenta que mis padres son turistas con diferentes costumbres a las mías. Es la única manera de tolerar sin caer en la adolescencia nuevamente. Son turistas que toman poco alcohol pero fuman

HOLA CONSPIRACIÓN

“No se busca la poesía, se la ve llegar”. O SEA: Si no sale espontanea más vale que no la fuerces.  Así que, acá estoy, muda de inspiración, recluida en un lugar del que por ahora no puedo hablar pero hablaré, pronto...  Hay una remolino de cosas que me están atravesando, y en medio de la tempestad estiré el brazo y agarré este tema…  CREO EN LA TEORÍA DE LA CONSPIRACIÓN . JAMÁS en la vida pertenecí a los grupos que creen que todo es una conspiración (la tierra es plana, el hombre no llegó a la luna, los extraterrestres,  Osama bin Laden , bla bla). Pero ahora estoy empezando a creer en algo. Mientras mi cerebro decodifica por qué quiere fumar sin tener la necesidad, paralelamente hay una idea que comienza a crecer dentro de mi. Estoy frente a la ventana más hermosa que jamás haya visto, contemplando un árbol que en algún momento de mi historia me vio hacer cosas muy malas. Veo lo bien que le sienta el otoño al amarillo verdoso de sus hojas y lo bien que me sienta a mí, ver las h

LA CARA DEL DIABLO

LA CARA DEL DIABLO “VIVO EN CUARENTENA DESDE QUE RECUERDO YO Y POR LA VÍA NO PASA LA VÍA DEL SOL” ¿Alguna vez se sentaron a las 18.49 de la tarde de un otoño entradito en años a contemplar la existencia de ustedes mismos? ¿Saben cuanta gente se suicidó desde que vivimos encerrados? Bienvenidos a la hora de la muerte . Cuando yo era más pequeña, se decía que había un ritual que se practicaba el 24 de diciembre a las 23 horas; 59 minutos y 59 segundos. El ritual consistía en entrar al baño con una vela y mirarse al espejo, entonces de esa manera se podría conocer la cara del DIABLO . Lógico que lo hice, y no vi nada. Tuve miedo pero no vi nada. Lo recordé porque ahora no sé si el diablo es lo que siento cada día de soledad a las 19 horas. Estoy en una habitación en silencio, por la ventana supura un ruido molesto que no distingo si es la tv de algún vecino o el parloteo de una video llamada. El parloteo se extingue y entra el viento. Está fresco y oscuro, veo mis manos

!!!HOY ROMPERÉ TODO!!!

Si moriré, moriré de rodillas. Jamás DE PIE… ES AGOTADORA la posición vertical. Voy a ceder ante la vil pulsión sexual que está controlando mi mente, hace al menos, cinco días (O 38 AÑOS). Lo siento pero ¡BASTA! No aguanto más, soy un animal débil. Soy un ser que arruino al resto de la humanidad, les bajo el precio, estamos de acuerdo. No voy a discutir eso. No estamos en este punto precisamente porque yo sea una persona brillante. Hoy rompo todo y va a cambiar todo. Me llamó Juan Gabriel. Sí, la madre era argentina casada con un gaucho salteño, ahora no debe tener más de 70 años, jubilada, oriunda de Villa del Parque, no obstante le puso Juan Gabriel a su hijo, el cual hoy tengo la intención de aceptar su cita en mi casa para solamente garchar. Quizá maquille la situación de cena, pero todos sabemos que finalmente vamos a garchar. Y si lo hago sería casi la historia de mi vida. Vengo bien por el camino que todos desandan, hasta que: cuando estoy por llegar a la meta, desbarranc

AMENAZAS QUE GRITAN

El PRESENTE.  Todos tenemos algo que deseamos cambiar, sin embargo lo postergamos. Ese presente que podría transformarse en pasado con un  chasquido de dedos , con una  TOMA DE DECISIÓN . Ayer, luego de terminar de ver Poco Ortodoxa (Me pareció buena. Por algún motivo tengo el viejo menú de Netflix y puedo calificar con estrellitas, así que le puse buena. No me mató, zafé la hora de entretenimiento y el capítulo 3 me pareció aburridísimo. Son 4). Al finalizar esa serie, decidí poner algo que me gratificara la vista para dormirme, entonces puse  ¿Conoces a Joe Black?  (ya saben de mi amor desmedido por Brad Pitt) y ahí ocurrió la magia, en medio de la noche. Eran más o menos las tres de la madrugada, momento en que la intimidad de la casa resplandece y parece que uno hiciera juego con cada mueble, cada sombra y cada sonido, a esa hora todo está bien y las voces de la mente parecen un eco de universo. Entonces andaba yo con mi eterna pregunta por cambiar mi  rumbo laboral … Aye

POR QUÉ NOS SEPARAMOS, AMOR

¿Por qué nos separamos, amor? Lo eras todo para mí; aquel paseo junto al mar en Pascuas; la salida del colegio y vos mirándome desde la vereda de enfrente esperando que te busque. ¿Por qué nos separamos, amor?   Te acordás esa tarde en Adrogué adentro del auto en una calle con bulevar, vos, yo, música de fondo y el fresco de tus besos tratando de huir por la ventanilla a medias. Cómo olvidar esa arboleda tupida, horas mirando los árboles y las casas inmensas. Mis sueños se colaban en los patios traseros y brincaban a sus piscinas, y al salir siempre estabas vos. El otoño, las siete de la tarde, algo de comer y un vaso con cerveza. Las primeras llegadas tardes al trabajo que odiábamos. En las noches. ¡Qué lindas eran las noches! Horas contemplando la luna y el mar de La General Paz después de hacer el amor en la calle con ese chongo que ya no recordamos. Éramos felices, cancheros, placenteros, nos ocupábamos de vivir y sentir la vida dramáticamente… Pero nos separamos. Apa

TE METIERON LOS CUERNOS

Hay un acto de crueldad más grande que decirle a tu pareja "te metí los cuernos" . Con qué necesidad. Para qué.   Creo conocer las respuestas. El único motivo por el que se le confiesa a tu pareja que la cagaste es porque sos egoísta. La necesidad despreciable de lavar culpas . No te bancás tus propios actos. Hablo de una pareja con la que tenés deseos de progresar. No podés decirle que te acostaste con otra persona. ¿Pero qué pasó? Lo hiciste y te arrepentiste , JODETE. Bancala, pero no hay que andar por ahí destrozando corazones. ¿Por qué nadie confiesa una infidelidad que esta perpetuando? Ese segundón que vas a ver mañana. Ese te lo quedás en silencio y tratas de que te salga todo bien. No querés que nadie lo sepa ni siquiera que lo sospechen. Entonces porque a veces necesitas CONFESAR, ES LA CULPA   que te arrastra a hablar. La culpa que necesitás que tú pareja te lave para vivir en paz. ¡No, señora/señor, no! Usted se la mandó, usted se la banca. Hay que proteger a l

LAS COSAS QUE NO DIGO

— Si querés lo hacemos con barbijo incluido— me dijo y me la bajo para siempre.  "Eres lindo pero bruto" recordé la canción   y no escribí más nada.  Encima sos tan nabo que te va s a grabar viniendo para casa y lo vas a subir a tus redes y voy a terminar con una multa, lo pensé pero no se lo dije. No le dije más nada porque simplemente decidí no alimentar más el morbo de vernos. Había almacenado la cantidad de imágenes suficientes para pasar algunos días de la semana a solas.   En el fondo sabía que hablaba con él solo para pasar el rato y que no iba a hacer nada de lo que le prometía. No voy a romper la fucking cuarentena, es una maldita convicción.  Luego pensé que hay tantas cosas que pienso y no digo;   a lo sumo llegó a ser un poco sarcástica en mis comentarios, pero no abordo la profunda sinceridad de mis respuestas. A veces me pregunto cómo sería mi vida, o quizá la vida de todos, si fuéramos completamente honestos. Como hubiese decantado la conversación s

EL PLACER DEL ASESINO

Quiero estar donde estoy Pensar lo que pienso Abrazar lo que abrazo Aquí y ahora Quiero estar donde estoy, sentir lo que siento, abrazar lo que abrazo Y siempre vemos la vida del asesino desde afuera, desde la mirada del detective, de la víctima, nunca desde la oscura psicología de quien ejecuta el acto. Las películas o los libros no nos han sabido mostrar cómo son por dentro, cómo (y no por qué) sienten lo que sienten, y piensan lo que piensan.   Retiré el cuchillo de su vientre con una total expectativa de placer, y sentí aún más que eso, sentí éxtasis como el que se siente con las drogas. También sentí la necesidad rotunda de volver a hacerlo, sabía   lo que   quería y fui por ello.  La SANGRE se desparramó por toda la terraza, corrió en hilo hasta desembocar en una rejilla. El reflejó de mi cara en ese líquido espeso fue distinto porque sentí a mis músculos contracturados, serios sepulcrales; y sin embargo, me reflejé sonriendo. Y mi sonrisa vistió su her

EL ALETEO DE UNA MARIPOSA

Sentía el repiquetear exhaustivo e inquebrantable de la lengua del Muchacho contra sus bolas. Se lamió hasta enloquecerme. Siete de la madrugada, me había dormido a las cuatro, SIETE de la madrugada se chupo tanto sus huevas que me despertó. ¿Qué pasa viejo?, le dije. Giró su carita de sátiro, extrañamente tierna. La gatita lo miró con una severa expresión de fastidio. Me levanté en un invierno profundo, en mi cocina nevaba ,   preparé mate y leí los diarios. Mierda , la vida es pura mierda, cerré los diarios. Abrí los mails, mierda, los mensajes son pura mierda, cerré los mails. Abrí los bancos, un vacío inescrupuloso. No abrí más nada . Ayer hice un guiso para alimentar a cien bocas. Mínimo. Cien bocas de buen porte, como la mi hermano con sobrepeso. Hoy voy a llevarle comida a mi madre, y es un momento que ansío, como cuando era pequeña y me decían que iríamos al Jardín Japonés.   Surfeo las horas con incomodidad. Hay un momento en la tarde que no sé cómo domarlo. Entre las  

PRISIONERA EN EGIPTO

¿Qué es esa sensación rara en mi cuerpo?, me pregunté al despertarme. Oh sí, me desperté de buen humor… es eso lo raro. Me tocó el timbre el sodero a las nueve de la mañana y como siempre salí como Doña Florinda a la ventana de mi departamento y le grité: “Un bidón y dos sodas”. Luego me esperó con su eterna paciencia y yo demoré en salir con mi aliento de dragón hambriento. Al despedirnos no nos besamos. Entendí el yin yang de esto. Tras ello paseé al perro, el frío reconfortó la piel de mis mejillas blancas, no había policía gruñendo en las esquinas así que me tomé el atrevimiento de darle una vuelta entera a la manzana, soy una montonera descarriada . Luego volví a mi casa y noté que el tanque de agua perdía (pierde)… Lo miré cual plomera matriculada y resolví esperar a que se le pase.  (Word e internet no reconoce la palabra plomera) Es viernes 03 de abril. Llevo en los genes como obrera pobre, alegrarme por el solo hecho de que sea viernes. Hay un chongo que está dele

UN PASO MÁS Y DISPARO...

¿Qué onda la gente feliz en cuarentena? ¿La gente es feliz o se hace la feliz? La verdad admiro a aquellas personas que logran ser felices, que toman sus existencias como cosas naturales y respiran y caminan, comen y cagan todo a su debido tiempo. Mi cuerpo es un templo rabioso que no funciona mecánicamente, soy demasiado consciente de él. A duras penas despego un pie de la cama, respiro en la cocina y luego soy consciente del próximo sorbo de aire que voy a ingerir, como también soy muy consciente que hace dos días me duele la cabeza y hace seis que tengo tos. Hablo con amigos a ellos le pasa igual y eso me calma. “Mal de todos…” Consuelo es consuelo, viejo.   Me angustio, me doy cuenta de todas mis falencias, me aburro, no hago gym, el yoga lo hago mal, la meditación no me sirve. Voy de ataque de pánico en ataque de pánico, me tomo la temperatura y no puedo entender cómo no me indica que ya he muerto . O tal vez ya morí, aquella vez que volvía de la Costa Atlántica , mane