He notado que cuando uno tiene un accidente,
o se asusta mucho por algo se pone más bueno con los seres que conoce
o que no ejercen mayor influencia en la vida, como ser la cajera de algún Mc,
etcétera. ¿Será producto de la vulnerabilidad? O será que intentamos encontrar
como un aliado al mundo para decirles:
“Soy buena, no me merecía esto o aquello” “El mundo ya es demasiado duro, tenga
piedad de mí, señora que me toma el pedido del Big Mc”.
Las pocas veces que tuve accidentes, y gracias
a dios siempre fueron de pérdidas muy bajas en lo material; no obstante, me he
replanteado el sentido de muchas cosas. El respeto por la vida parece emerger
de las entrañas de la cotidianidad y WOW nos encontramos
con que hay un montón de cosas que no valoramos o que damos por sentadas. A mí
no me pasó nada, pero qué hubiese pasado si eso era todo.
Hay una teoría que si el incidente no es grave
no nos cambia, solo nos moldea momentáneamente. Nos abre como a una
vaca en el matadero pero luego la cerramos y seguimos andando.
Para cambiar es necesario morir o perder seriamente un brazo, quedar
paralitico, estar en coma un tiempo... y hasta quizá a los que les ha pasado
eso, al cabo de un tiempo vuelven a la superficie de correr el colectivo, de quejarse porque te cortaron la luz una hora, o porque tenés que volver porque te olvidaste las llaves.
A qué voy con esto en mi día 3 de no fumar. No
fue nada fácil, no es nada fácil y estoy por sucumbir ante la tentación de
pitar y mirar el cielo mientras me tomo una birra helada.
Detalles de la abstinencia. Me puse un
delicioso caramelo de chocolate y menta, me duró 1 minuto sin que con mis
muelas lo partiera en mil pedazos. Sí, además tengo dentadura fuerte y la
rechino toda la noche.
DIFICULTAD
DEL 1 AL 10: 10 +
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