De verdad piensan que puedo disfrutar de una cena y un vino de SAN VALENTÍN? El solo hecho de imaginarme cenando me desespera. Dejar de fumar es como estar enamorada de alguien no correspondido. Durante la cena sé que ninguna charla alejará el fantasma que secunda mi mente como una maldición. No escucho lo que me dicen las personas, solo pienso en el esfuerzo que estoy haciendo. Solo pienso en las.noches de invierno, en que mi compañero se fue de viaje, en que quiero fumar. La gente me habla y no siento nada.
Ah, por cierto! Tuve muchas invitaciones a cenar para San Valentín. Un chico me dejó una nota en el Mc del Abasto, mi ex, mi garche actual... no sé, aún no sé. Creo que prefiero quedarme en casa sola. No estoy en contra de San Valentin ni nada, solo que no tengo nada interesante que comunicar. Estoy lidiando entre la abstinencia triste y la Abstinencia nerviosa. Qué puede salir bien de todo eso? Usualmente, tiempo atrás me fumaria un cigarrillo y pensaría en la mejor decisión. Cómo voy a alcanzar la mejor decisión si mi cerebro está pensando en que no está fumando...
Dificultad del día de hoy del 1 al 10: 10 y recién son las 10 a.m.
Debería jugar un número al diez.
Cabe aclarar que Carlos era un pibe de 20 años como mucho... 😉 Recuerden que tengo 38.
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