Las tres de la madrugada me tomó por asalto.
Posó su calibre treinta y ocho en mi cien y me torturo hasta que la venció el
cansancio. Por horas tartamudeé lo que ella me respiraba. Todo era muerte, todo
un conjunto de imágenes que me azotaban. No había historias lindas que pensar.
Entonces la respiración se tornó al vacío, no alcanzaba. La respiración era un
pozo sin fondo que no bastaba. “Y no es momento para todo esto”, pensé. “No
puedo ir a un hospital ahora mismo, están abarrotados de casos peligrosos, no
puedo ir con mis quejas”.
—“¿Pero si muero?”.
— ¿“Morirás de todas formas?
—Pero no ahora, no quiero morir ahora. Por qué
bebí tanto anoche…
—Ahora estás muriendo, Mira tú aire como
disminuye.
—Es Resaca, es solo resaca.
—Y si no es resaca… Y si te está por dar un
infarto. No sentís raro el brazo izquierdo
—El mar, mi casa, la vida, mi perro, mi gato,
encierro, atasco, aislamiento, la muerte…
— Te estás ahogando un poco ¿no?
—Chiñaski, Fante, Preguntale al polvo, Espera
a la primavera, Bandini, La insoportable levedad del ser…
—Y esos quiénes son.
—Ah cómo
me gusta la historia de Bandini. Voy a comprarme toda la colección.
— ¡Ey, escúchame!
— Me gusta más el alter ego de Bandini que de
Chiñaski. Que librazos, que autorazos…
—Ey te acordás que te estás muriendo.
—Henry
Charles Bukowski, mañana terminaré de leer Foctótum. Gracias por
escribirlo.
—Son las tres de la madrugada, o las cuatro y
estás despierta respirando mal, en medio de una pandemia que afecta los
pulmones.
—Te inspiró Bandini, ¿no? Que genio John Fante.
Todos lo amamos.
ZZzzzZZZ
Y así se vence un ataque de pánico. Los
libros, los autores, y sus personajes me salvaron la vida (y el paso de las horas).
Amanecí a las diez de la mañana, derrotada porque
no sé si fumé o soñé que salía a la puerta de casa, en medio de un mar del
alcohol y me llevaba un cigarrillo a la boca, y pitaba con placer el humo con
gusto a tierra, escupía como un presidiario y volvía a inhalar. Succioné cuanto
pude. Luego entré, me lavé la cara, los dientes, las manos y continué durmiendo.
O jamás me desperté.
DIFICULTAD DE LA NOCHE DE ANOCHE: 10 Y ESE ÚLTIMO VASO.
COSAS RARAS: TODO… POR SI NO LO NOTARON TODO ES RARO. PERO
POR ALGUN MOTIVO SE QUE TODO LO RELACIONADO A LA ESCRITURA ME SALVA.
Juana
es una fracasada como Chiñaski y Bandini, uno de ellos murió sin saber que no
lo era; el otro lo supo y la última no sabe si aún está viva.
MIS OJOS COMO AQUELLOS QUE ME MIRAN |
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