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AMENAZAS QUE GRITAN


El PRESENTE. Todos tenemos algo que deseamos cambiar, sin embargo lo postergamos. Ese presente que podría transformarse en pasado con un chasquido de dedos, con una TOMA DE DECISIÓN. Ayer, luego de terminar de ver Poco Ortodoxa (Me pareció buena. Por algún motivo tengo el viejo menú de Netflix y puedo calificar con estrellitas, así que le puse buena. No me mató, zafé la hora de entretenimiento y el capítulo 3 me pareció aburridísimo. Son 4). Al finalizar esa serie, decidí poner algo que me gratificara la vista para dormirme, entonces puse ¿Conoces a Joe Black? (ya saben de mi amor desmedido por Brad Pitt) y ahí ocurrió la magia, en medio de la noche.
Eran más o menos las tres de la madrugada, momento en que la intimidad de la casa resplandece y parece que uno hiciera juego con cada mueble, cada sombra y cada sonido, a esa hora todo está bien y las voces de la mente parecen un eco de universo. Entonces andaba yo con mi eterna pregunta por cambiar mi rumbo laboral

Ayer bebí un mar de cerveza, y las ganas de fumar se acrecentaron al finalizar la cena, eran tremendas, juro que desde que dejé de fumar, ayer fue la peor noche y no solo por las ganas, sino porque tenía 4 paquetes de cigarrillos de la marca que me gustaba fumar Marlboro Box. Y los tengo porque ayer mis padres me pidieron que les consiguiese, ya que al parecer no hay más stock de cigarros.  Entonces ayer a la noche cuando terminé de emborracharme y deglutir unas empanadas de carne que yo misma había preparado, pensé en fumar. Pero me fui a la cama con mi deseo anclado en la punta de la lengua, de la laringue y de la boca del estómago a terminar de ver la serie que me tenía bastante enganchada y podrida a la vez, y luego la película. Como buena bebedora al rato me dio sed, entonces me levanté y fui hasta la heladera. Ya rodaba Joe Black y su extraña representación de la muerte.  Ya había superado la peor hora de deseo por fumar.

Parada frente a la heladera recuerdo pensar:
 —“Que felicidad me produciría tener otro trabajo”
Y oí una voz espectral que decía: —“YES”
— ¿Qué hago con el que tengo? ¿Renuncio?
La misma voz: —“Yes”.

Eso me está hablando a mí… ¿Y por qué en inglés? Porque no me habla en mi idioma, será que ya me enviaron tantas señales que me lo tienen que decir en otro idioma.

—Qué lindo sería fumar un cigarro ahora… —pensé. Miré el Fernet y la bolsa con los 
paquetes de Marlboro.
—No—dijo la voz.
WOW.

Entonces mi trabajo se puso un frac, se echó el mejor perfume, y me miró como un galán sin dientes. “Mirá que soy todo lo que tenés”, me dijo el muy cretino. En ese momento entendí que era “el pasado” y me provocaba miedo volver. Pero entonces noté que nunca lo había dejado. Solo que él tuvo miedo de mí y se hizo pasado un breve instante. Yo fui feliz.
Pensé en La Poco Ortodoxa y en lo bien y lógico que me parecía que dejase atrás su vieja vida, y cuando tuvo la oportunidad de volver, dijo que NO. Esa imagen de libertad se instauró en mi alma… Lo que ocurre que siempre tuve un alma tan irresponsable que  hoy en día me cuesta trabajo respetarla. Entiendo que hago mal. Pero el pasado me amenaza, y nos fácil deshacerse de las amenazas.

Las amenazas me gritan: “Con qué vas a pagar las cuentas, boluda, si te haces la che Guevara”. “Cómo vas a pagar el puto internet que ahora estás usando”. Después de tres meses sin laburar, vas a necesitar cualquier trabajo, y ahí no solo que no vas a conseguir el que buscás; sino que vas  a conseguir uno peor que el que tenés ahora” JA. “No ves que buscás y nunca encontrás nada, imagínate el pánico que te va agarrar cuando no tengas para pagar EL CELULAR, INTERNET, LUZ Y COMIDA, boluda”.

Miré al Hipotético atemorizada, en posición fetal, le obedecí con un blando gesto de cabeza.  

Resulta que después de hacerle fondo  blanco a la botella de agua, y de mear volví a la cama…  
Apagué la TV y me dormí.

Dificultad del 1 al 10: Ayer 10, espero que hoy 1

COSAS RARAS: Esperar respuestas del más allá, y no escuchar lo que grita mi alma.




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