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POR QUÉ NOS SEPARAMOS, AMOR



¿Por qué nos separamos, amor? Lo eras todo para mí; aquel paseo junto al mar en Pascuas; la salida del colegio y vos mirándome desde la vereda de enfrente esperando que te busque.

¿Por qué nos separamos, amor?  Te acordás esa tarde en Adrogué adentro del auto en una calle con bulevar, vos, yo, música de fondo y el fresco de tus besos tratando de huir por la ventanilla a medias. Cómo olvidar esa arboleda tupida, horas mirando los árboles y las casas inmensas. Mis sueños se colaban en los patios traseros y brincaban a sus piscinas, y al salir siempre estabas vos. El otoño, las siete de la tarde, algo de comer y un vaso con cerveza. Las primeras llegadas tardes al trabajo que odiábamos.
En las noches. ¡Qué lindas eran las noches! Horas contemplando la luna y el mar de La General Paz después de hacer el amor en la calle con ese chongo que ya no recordamos.
Éramos felices, cancheros, placenteros, nos ocupábamos de vivir y sentir la vida dramáticamente… Pero nos separamos. Aparentemente teníamos una relación tóxica y tuvimos que romper la magia.
Si leés esto, si en algún punto de este universo te volvés corpóreo y leés esto, quiero decirte que siempre serás aquel amor que dejé por fuerzas mayores, fuerzas de la naturaleza que no me permiten volver atrás. Un abismo nos distancia. Y AHORA QUEDA EL OTOÑO. Pero ya no es nuestro otoño, el de las hojas crujiéndole a tu espera, el de la risa fresca alrededor de un fueguito, ni la del vino tinto para calentar motores. Ni siquiera el café es el mismo. Es solo un otoño.

Extraño el otoño,
El café perdido
La caminata en tu boca
Extraño el otoño
La melancolía deliciosa
De mis pasos
Crujiendo
buscando las hojas
Extraño el otoño,
el de mi ropa 
abrigando amaneceres
ya rotos,
Eso que pasaba...
Extraño el otoño.

DIFICULTAD DEL 1 AL 10: DRAMÁTICA Y ROMÁNTICA
COSAS RARAS: EL ROMANTICISMO...


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