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PRISIONERA EN EGIPTO


¿Qué es esa sensación rara en mi cuerpo?, me pregunté al despertarme.
Oh sí, me desperté de buen humor… es eso lo raro.

Me tocó el timbre el sodero a las nueve de la mañana y como siempre salí como Doña Florinda a la ventana de mi departamento y le grité: “Un bidón y dos sodas”. Luego me esperó con su eterna paciencia y yo demoré en salir con mi aliento de dragón hambriento. Al despedirnos no nos besamos. Entendí el yin yang de esto. Tras ello paseé al perro, el frío reconfortó la piel de mis mejillas blancas, no había policía gruñendo en las esquinas así que me tomé el atrevimiento de darle una vuelta entera a la manzana, soy una montonera descarriada. Luego volví a mi casa y noté que el tanque de agua perdía (pierde)… Lo miré cual plomera matriculada y resolví esperar a que se le pase.  (Word e internet no reconoce la palabra plomera)
Es viernes 03 de abril. Llevo en los genes como obrera pobre, alegrarme por el solo hecho de que sea viernes.
Hay un chongo que está dele a llamar y mandar mensajes…  quiere venir a mi casa. Soy demasiado responsable para decirle que venga; y demasiado pajera para ofrecerle un NO rotundo. Sí, a pesar de mí, soy un ser responsable y me daría mucha pena romper la cuarentena, además de que me daría un fuerte ataque de pánico si, posterior a su visita, me diera algún síntoma. Preferiría que se atrasase mi período cuatro (no más) días, a tener algún síntoma de enfermedad. Pese a que, de a ratos, los tengo todos, es más probable que yo lo mate  a él y no él a mí. Aunque si el 80 % de la población lo tendremos en algún momento, prefiero contagiarme por un guerrero Maurí que viene a casa a coger y no por el estornudo de un narigón en el subte A.
Como sea, hace más de quince días que estoy en ascuas. Se llama Juan, tiene 40, parece de 35, es un vago de mierda pero está muy guapo y yo no quiero casarme y tener hijos. Quiero jugar a que soy una prisionera en una cárcel de Egipto y él mi carcelero árabe. SUFICIENTE.  
Creo que lo voy a llamar ahora, es posible que todo esto termine en algo telefónico… no soy tan valiente.

DIFICULTAD DEL DÍA DE HOY: Todavía no transcurrió el día.

COSAS RARAS: QUE TODAVÍA NO HAYA TRANSCURRIDO EL DÍA.

PD:  Si ahora mismo estuviese prisionera en una cárcel de Egipto quisiera unos cuantos cigarrillos. Los podría vender… JA O intercambiar por un poco de alcohol en gel.



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