Todos tenemos en nuestro sistema un
volcán latente trastornado de energía que el día de mañana (de hoy o de ayer)
nos podría llevar a lugares que jamás quisimos o QUERÍAMOS DEMASIADO.
Ese núcleo (que protegemos), que
protejo con estructuras sociales, familiares, amorosas, con pantallas para que
la gente crea que lo que está viendo es un ser humano parecido al que ve todas
las mañanas en su espejo. Y entonces no nos apunte con una lanza y no grite: “Ey
vos, distinto, mereces ser lapidado”. Ese núcleo a veces tiene filtraciones y
emerge como un monstro hambriento la realidad, la esencia, el súper yo que
tantas veces tratamos de asesinar. Eso que aunque no lo veamos está invisible y
supremo en las profundidades de nuestra obediencia. Siglos y siglos de
humanidades iguales, sumisas, familieras, sociedades iguales con sus asesinos,
sus violadores, sus sabiondos, y uno… ridículamente igual al otro.
Ese núcleo que por momento tiene
filtraciones, son pasillos direccionados. Y no es solamente mandar a la mierda
al policía de la esquina, ni al taxista que doblo mal, ni al hdp que estacionó delante
de una rampa para discapacitados… no, no, no. Va más allá de eso, porque
incluso hasta eso está establecido que así sea.
LA FILTRACIÓN ES EL PARANGÓN, es una traba
que te asfixia porque creés que atrás no podes volver y adelante no hay nada.
Adelante es el abismo, Y ES EL ABISMO. Y no querés dar el paso porque sabes que
allí vive el hijo de Chucky y te enseñaron a tener miedo desde que naciste.
Mientras tanto las presiones continúan, la noche, el día que es aún peor, el
alcohol, el cigarrillo, el amor, el desamor, tus amigos, los ex amigos, todo
sigue allí girando y estáticos. Porque depende con qué ojos lo mires, notás que
se mueve o que está completamente quieto, como las partículas.
Mientras tanto sabés que sos
Chernobyl y que pronto ese núcleo que todos protegieron está a punto de detonar…
y es inevitable.
COSAS RARAS:
Si paso mucho tiempo sin comer, se me va el hambre
Si paso mucho tiempo sin beber; pierdo el interés en la bebida
Si paso mucho tiempo sin coger; me vuelvo beata
Si paso mucho tiempo sin escribir, me olvido quién soy
Si paso mucho tiempo sin leer, me olvido quiénes somos.
Si paso mucho tiempo sin fumar... parece que fue ayer.
Y el tercer Kiosco que me cruce es un portal a un insignificante
segundo donde todo parece mentira.
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